miércoles, mayo 31, 2006

Jerry Only: My only friend (y cómo nos hicimos íntimos).

No recuerdo exáctamente cuándo comenzó mi devoción por los punkies "Misfits", pero el símbolo de la calavera que identifica a la banda, fue una de las primeras iconografías del rock que me llamaron la atención (más que "Eddie" de Iron Maiden o "Rattlehead" de Megadeth).

Incluso las primeras canciones que escuché ni siquiera fueron de los propios Misfits, sino los covers de "Last Caress" y "Green Hell" que incluyó Metallica en su EP "Garage Days".

Mucho tiempo después (puede ser 1998) cuando me hice amigo de Patito Flash -quien ahora vive en Portland- logré conocer a cabalidad la discografía del grupo, por lo que le copié todo lo que alcancé en esas cintas de cromo que en ese entonces eran un lujo (souvenir que se fue a las pailas con la masificación de los grabadores de CD).

Como ya lo mencionó Claudio Alvarez en su ácido comentario dominical, Misfits hoy dista mucho de lo que fue en el pasado, en los 80. Y claro, tiene toda la razón. La banda sólo sobrevive gracias al empeño y garra de Jerry Only, el bajista. Ya no está Danzig y ni siquiera Doyle, el hermano chico de Jerry, pero de todas formas ahí quedaron los álbumes para quien quiera escucharlos, esos llenos de canciones simplonas sobre extraterrestres y fantasmas; tres acordes y un look de halloween que todavía perdura en el conciente colectivo del punk.

Debe ser por eso mismo que me gusta tanto Misfits. Su música es tan simple que en el fondo invita a creer que cualquiera puede armar una banda con buenas canciones. Y si además se le agrega un concepto, como la calavera y el pelo colgando hacia adelante (muy útil si además te estás quedando calvo), el éxito es seguro.

Otra genial idea de Misfits es el amplio merchandising que ostenta. En la página oficial se pueden encontrar poleras, llaveros, tazones, zapatillas, etc. Todos muy taquilleros. Yo mismo estaba dispuesto a hacer lo imposible por tener las figuras de Jerry Only y Doyle (como los Ken de Barbie, pero disfrazados de zombies) cuando salieron al mercado. Gracias a que mi hermano estaba acá y Criatián "Rucio" Norambuena justo venía a Nueva York, logré que los muñecos llegaran a mis manos en Santiago. De paso, ambos pasaron una agradable tarde hace ya unos tres años. Y eso que ni se conocían.

A Misfits los he podido ver tres veces, todas en Chile. Nunca los integrantes fueron los mismos, excepto Jerry Only. La tercera vez incluso entrevisté al "maestro" sin poderme abstraer de mi fanatismo, por lo que me presenté como "journalist and fan", un concepto muy gracioso que hizo reir al "Oso Didi" que ese día iba de fotógrafo. Demás está decir que la nota sólo fue una oda al grupo, y eso que el show de la noche anterior sonó horrible. Además tuvo que ser cortado, ya que los Carabineros no encontraron nada mejor que dispersar a unos vándalos que se encontraban afuera del recinto con gases lacrimógenos. Literalmente, para llorar.

De la mencionada entrevista conservo varios autógrafos y una gloriosa foto que orgulloso colgaba en el monitor del compu cuando trabajaba en el diario. Una especie de recordatorio permamente sobre lo único a lo que nunca debo renunciar: AL ROCK.

El reencuentro

En Nueva York es común toparse con artistas, famosos, gente de TV. Hasta ahora yo no había podido disfrutar de un acercamiento similar, sin embargo el Dios del Trueno siempre nos tiene preparada una sorpresa.

Como mis padres está disfrutando de unas vacaciones acá junto a sus retoños (en honor a la verdad a mí me han visto poco, pero sólo por asuntos de fuerza mayor), no podía faltar un paseo a la ciudad donde yo pudiera mostrarles algo de lo que son mis gustos. Fue así como después de una visita al Empire State y antes de tomar el ferry entre Manhattan y Staten Island, los llevé a la Virgin Megastore de Times Square.

Ya en el interior, me percaté que había un montón de tipejos con poleras de Misfits y discos en sus manos. Al acercarme a uno de ellos supe la noticia: Jerry Only estaba a minutos de llegar a la tienda para firmar cd's de un nuevo proyecto musical: "Osaka Popstar and the American Legends of Punk", un recocido punketa con Dez Cadena (ex Black Flag), Marky Ramone (The Ramones) y el incomparable Jerry (Misfits), más otros socios de la movida.

No pasaron ni 15 minutos y Marky Ramone aparece entre la multitud, cual hijo de vecino, buscando DVD's en las estanterías. Paso siguiente: su respectiva foto con la leyenda y el típico comentario de que "yo vengo de Chile y te vi en un show en La Batuta". "Welcome to America", espeta el batero en un tono amistoso, mientras le besa la mano a otro fan que todo nervioso me solicita que lo retrate.

Otros 10 minutos y Dez Cadena también se hace presente. Otra foto y bla bla.

Cinco minutos y llega él: Jerry Only en gloria y majestad, con sus ojos pintados, el pelo hacia adelante, rodilleras, botas y una polera de si mismo, pero con menos carne y más músculo. No lo podía creer. Con el corazón en la garganta me acerco y le digo: "Hola Jerry, no sé si me recuerdas, pero hace unos años nos juntamos en Santiago...". "Claro que sí, cómo has estado", me lanza. Incrédulo de que me reconociera insisto: "Esa vez hicimos una entrevista...". "Sí, sí... cómo va todo", vuelve a responder como si fuera un robot, mientras se acomoda un guante de cuero con puntas. Obviamante no le compré, sin embargo, antes de pedirle una foto me aclara: "Ese show en Santiago fue una locura, con la policía tirando gases... ja ja ja. No podíamos ni respirar... ja ja ja". Bueno, si no se acordaba de mí, al menos no mentía respecto al concierto".

La escena era tan surrealista, que me quedé un instante inmóvil pensando en lo loco que era estar ahí, con Jerry y mis padres. Mi mamá sentada en la cafetería del lugar mirando a su bebé actuar como uno y mi papá enfocando la cámara para sacarme la instantánea.

Jerry -siempre sonriente- me despierta al pasarme uno de sus guantes. "Póntelo", me ordena. Yo trato de hacerlo calzar en la mano izquierda, pero era de la derecha. No importa. Así y todo adoptamos la pose y José (mi papá) aprieta el obturador. Así logré mi segunda foto con Jerry, el ídolo máximo, el sensei del punk... el rocker con más actitud.

Toda la banda toma posiciones frente a las escasas cámaras del lugar y luego ofrecen autógrafos y fotos para los presentes. Después de tal evento, feliz me retiro, mientras mi mamá le dice chao a Jerry desde las escaleras. Él graciosamente le agita la mano y la mira hasta que se pierde en el piso superior. "Qué simpático", me dice ella. Y cómo no, si es Jerry Only... mi amigo personal.

lunes, mayo 22, 2006

No hay otro don mejor...

Hace seis años estuvimos todos juntos por última vez. En ese entonces Mauro regresaba a Nueva York y fuimos a decirle adios en el aeropuerto. Hoy a las 23.30 horas será el reencuentro. Nuevamente mi madre, mi padre, mi hermano y yo compartiremos un abrazo apretado en un escenario similar al de la aquella vez.

Todo es muy emocionante. Estoy contando los minutos. Creo que hoy será uno esos días largos que no acaban nunca.


Bonus track

Durante 2 años trabajé con un televisor sobre mi cabeza sintonizado en la CNN en español. El título de este post corresponde a la canción de un comercial que se repetía incesantemente durante toda la jornada y que invitaba a las personas a ser más buenas o algo así.


"No hay otro don mejor que el de dar, según lo que creas así será". Estoy seguro de que Pablo Cavada también se acuerda.

martes, mayo 16, 2006

Gracias por la música... (Crónica de un concierto anunciado) VERSIÓN REMASTERIZADA


"Quiero dar las gracias a las canciones
que transmiten emociones
quiero dar las gracias por lo que me hacen sentir,
debo admitir que con la música vale vivir
por eso quiero dar las gracias
por este don en mí".

Abba.

Mi primera opción era escribir un review del concierto de Depeche Mode para Rockaxis, pero después me arrepentí. Y es que encuentro que son unos malagradecidos y el trato no es de los mejores. Más encima les iba a regalar el texto y las fotos, pero pensando me dije: "¿y pa qué chucha?". Cuando les envié la nota sobre el Gigantour al final quedé con la sensación de que ellos pensaban que me hacían el favor y no al revés. Así que filo.

La cosa es que fui a Depeche Mode con mi hermano (y Jano "Painter"). Y debo decir que es una de las grandes experiencias musicales del último tiempo.

El show de apertura estuvo a cargo de Goldfrapp, una banda también de tintes electrónicos que, como varios pensaron, podrían apostar a convertirse en los nuevos Blondie, sobre todo porque su vocalista -Alison Goldfrapp- es rubia, juega a la muñeca sexy y posee una voz cristalina y afinada a concho. Muy buen bocadillo de entrada.

Después de unos 30 minutos de una selección tecno realizada por el mismo Martin Gore, salió a escena la banda ícono de todo lo que sonara a teclados durante los 80 y gran parte de los 90. Gran despliegue luminotécnico, excelente sonido y un David Gahan en todo su esplandor, quien a sus años todavía juega al mariconeo con el público, logrando que las chicas (y caleta de chicos en la primera fila -ojo que yo estaba en la galería-) gritaran de placer. Además, un muy buen cantante, y eso que venía saliendo de una laringuitis que lo obligó a cancelar el show del día 11 en Kansas.

No quiero explayarme demasiado describiendo cada una de las canciones que interpretaron, pero no está demás decir que se rajaron justo con lo que la mayoría quería escuchar, es decir: "Behind the wheel", "Stripped", "Personal Jesus", "Never let me down again", "Question of time", "World in my eyes" y la favorita de la gallada: "Enjoy the silence".

También tocaron "Photographic", toda una reliquia de su álbum Speak and Spell (1981). Yo nunca había escuchado ese disco completo, pero el otro día me sometí a la experiencia y ¡guauuu!, pareciera que lo hubieran sacado el mes pasado.

Acá está set completo del concierto. En la página oficial también se pueden encontrar todos los temas que están interpretando día por día.

Intro> A Pain That I'm Used To> A Question Of Time> Suffer Well> Precious> Walking In My Shoes> Stripped> Home> Judas> In Your Room> Nothing's Impossible> I Feel You> Behind The Wheel> World In My Eyes> Personal Jesus> Enjoy The Silence. Encore> Shake The Disease> Photographic> Never Let Me Down Again

Personal vicious (El show de la cámara).

Como soy dado a la aventura, no podía dejar de suceder algún tipo de "impasse" para imprimirle más emoción a la velada.

Desde que me compré la cámara fotográfica, pocas veces me separo de ella. Sobre todo si se trata de un concierto como éste. Y como ya estaba conciente de que algún problema me iban a poner si ingresaba campante con semejante equipo en la mano, le saqué el lente y procedí a "ocultar" el cuerpo entre mis ropas. Ya en la puerta, las personas de la boletería ni siquiera se molestaron en revisarnos, así es que pensé para mis adentros: "si te están dando la pasada...". La cosa es que procedí a armarla y disparar a diestra y siniestra mientras mirábamos el panorama.

Una vez que los cabros de Goldfrapp hicieron su aparición, corrimos a tomar posiciones para ver de qué se trataba. Ahí mismo desenfundé mi espíritu paparazzi y sin medir consecuencias empecé a probar las distintas velocidades, ángulos y distancias. Sin embargo, de pronto escucho...

Man with yellow jacket: Sir, sir... ¡Sir!

The man with the camera: Ah?

Man with yellow jacket: You can't use that camera here...

The man with the camera: Why not? Nobody said nothing about cameras in the main entrance. (y qué iban a decir también si la tenía escondida).

Man with yellow jacket: Excuse me sir, but you can't... come with me, please.

A todo esto, yo siempre uso tapones para protegerme los oídos (soy medio enfermito de ahí), por lo que todo era igual que una película donde la música se apaña para que puedan hablar los actores de la escena.

Aleteo de manos y le aviso a mi hermano de que teníamos un pequeño problema.

Ya en el pasillo de uno de los accesos, un hombre de generosos bigotes nos pasa a explicar que "la banda la dijo" que nadie podía usar ese tipo de cámaras dentro y bla, bla, bla... Me pide que le pase la batería para dejar inoperante el artefacto, prometiendo que me la devolverá después. "Nica", le respondo. La única solución entonces era guardar el equipo en el auto y volver a ingresar.

Antes mi hermano había tratado de aplicar sus teorías froidianas sobre el comportamiento humano en este tipo de situaciones, pero el hombre era un experto y además tenía instrucciones precisas "de la banda".

Resignados, procedimos a encaminarnos en compañía de Mario Bros. ( a esa altura había que ponerle un sobrenombre. La verdad es que se me ocurrió ahora, pero es sólo para enriquecer el texto) para dejar la camarita amiga en el carro, cuando se me ocurrió la brillante idea apelando a la cara de buen papá que tenía el caballero:

"Excuse me sir, but we can do something. I can stop to take photos and put my camera here in my jacket" (ven? si estando acá se pega la weaita de idioma... aunque sea de nivel "1").

"Mmmm".. Ok. That's a good idea. (La verdad es que no dijo eso, pero es para ser coherente).

Todo ok, todos amigos, apretón de manos y de vuelta a nuestros asientos (Otra mentira. No eran nuestros asientos; los nuestros estaban 30 dólares más lejos).

Termina la banda de soporte, media hora de espera con su chocolate caliente incluido y a ubicarnos para el plato fuerte. Se apagan las luces. Intro. Música... Ahhhh. Vamos bailando, vamos cantando, vamos armando la cámara y click, click, click. Ni gil para privarla de este acontecimiento.

P.D. Más fotos del concierto en mi sitio de Flickr. Si quieren saber qué fue de Los Tres, visiten el sitio de mi amigo Claudio Alvarez, quien los pilló en Ciudad de México y también fue al recital que ofrecieron en el festival Vive Latino.

jueves, mayo 11, 2006

¡¡Holy shit!!: Por culpa de Depeche Mode perdí mi trabajo (y además quedé como un maldito poser)

Se supone que así iba a titular este post originalmente, pero todo lo que imaginé no fue más que una versión muy particular del chiste de la "guitarra". Para quienes no lo conozcan, se los paso a contar:

Juanito necesitaba una guitarra para amenizar un asado que tenía con sus amigos, pero como no poseía dicho instrumento decide ir a la casa de su compadre Moncho a solicitarle el suyo.

En el camino Juanito recuerda lo tacaño que es Moncho, por lo que empieza a mentalizar las posibles excusas que su compadre le dirá para no facilitarle la guitarra.

Juanito: "... Y claro, seguro que me va decir que se le cortaron las cuerdas o que se le soltó el clavijero. Peor aún, me va salir con la chiva de que se la robó la misma vieja que se chorió la mesa del banco (sección del chiste para el bien informado)".

Al final Juanito llega a la casa de su compadre, golpea la puerta y tras verle la cara a Moncho le señala: "Sabís que más, métete la guitarra en la ra...". Plop.

"¿Y que tiene que ver toda esta lata con el título del post, Depeche Mode y lo que vos pensaste?", me interpelarán.

Lo que pasa es que este 13 de mayo tocan acá en Long Island ni más ni menos que los Depeche. Y como mi hermano pronto se mudará de ciudad y sé que le gustan, le dije que fuéramos; una especie de recital de despedida.

El inconveniente surgió tras comprar los tickets y verificar que el show era la noche del sábado -dentro de nuestra jornada laboral- y no domingo como malinterpreté en el calendario. Y sábado suele ser un mal día en cualquier lugar que atienda público y más si es en vísperas del Día de Madre.

La cosa es que mi brother, experto en la persuasión metalingüistica (porque de que le pone tollo, le pone) me dijo: "no te preocupis, yo le cuento a Peter (el jefe) que pensábamos que era domingo y total si dice que no, yo no estoy ni ahí y voy igual", como para que no me preocupara por él.

En efecto, llégamos a trabajar y el bro pasó a contarle a Peter nuestro panorama con los boletos en la mano. Claro que la conversación yo no la presencié, ya que se desarrolló en un patio que está junto al bar, pero por la cara que traía mi hermano entendí que el escenario no era el mejor. "Está complicado", me señaló minutos después.

Fue ahí cuando empezó mi drama. Y mi versión del chiste de la guitarra.

Estuve como 3 días pensando en lo mala onda del jefe y los porqués, y de cómo otros se tomaban libre días completos y esto era sólo una noche, donde más encima no había nada especial (como alguna cena u evento que requiriera de nuestra presencia de manera ineludible). Incluso llegué al extremo de ponerme dasafiante, arriesgando el trabajo, con tal de cumplir con este ritual.

Finalmente ayer tanteé que Peter estaba de buen humor y en un inglés que ya se lo quisiera Lucho Jara, le señalé -como último recurso- que considerara nuestra petición, ya que era algo especial. Apuntó su mirada griega a mi rostro y con una suavidad paternal contestó que no tenía ningún problema si es que yo me comprometía a llegar temprano el sábado (tipo 8 de la mañana) para así quedar libre en la noche. "Ningún problema", espeté.

Fue así como más contento que ilegal con permiso de trabajo, procedí a contarle a mi hermano de la buena nueva. "Ja, ja ja", respondió Mauro.

-"¿Y de qué te ríes?" , le pregunté.

-"Es que Peter dijo que nos daba permiso la primera vez que se lo pedí. Si el hombre nunca tiene problemas cuando le dices la verdad", me detalló.

-"¿Y por qué no me dijiste? Yo le volví a pedir permiso hoy", en clara alusión al loco que me había mandado.

-"Es que así era más entretenida la sorpresa, ja ja ja", me confesó tal como si se tratara de una travesura colegial.


Luego de tantos calentamientos neuronales y de autodespedirme del trabajo en mi atribulada mente, ahora cuento las horas para que disfrutemos de "Enjoy de silence", "Walking in my shoes", "Behind the wheel" y tantos otros éxitos, porque aunque yo soy 'metal maniac' igual me gustan los locos (sí debo reconocer que me da un poco de vergüenza ajena cuando David Gahan se da la vueltita interpretando "Just can't get enough". Un tanto madre para mi gusto).

Si logro ocultar la cámara en el pantalón, prometo fotos. Claro que todavía no sé dónde me voy a meter el lente. Gracias, pero no es necesario que respondan.

lunes, mayo 08, 2006

Frase para el BRONCE


"Creo que has pasado demasiado tiempo sólo contigo y
eso ya se está poniendo peligroso. Lo digo en serio".

T. M. A. F.

lunes, mayo 01, 2006

La amistad en tiempos de internet (y todo gracias a Los Tres)

Primero lo leí en los diarios y después una ex colega me pegó el grito. El grupo nacional Los Tres estaba (y sigue, parece) grabando su nuevo disco en Nueva York, por lo que ir a la ciudad y tratar de conseguir algún tipo de contacto no se veía difícil. Acto seguido, anuncié a modo de talla aquí mismo que intentaría la proeza, por lo que ya era vox populi. Es decir, se podía poner en Google y algo salía.

Mi sorpresa vino cuando me contactó la Pitu, una chilena que venía viajando desde Montreal animada por la aventura de adentrarse en los vericuetos de Manhattan y, de paso, acompañarme en la búsqueda de la agrupación.

Cuento corto, tras varios e-mails y sus respectivas llamadas telefónicas procedimos a ponernos de acuerdo para juntarnos en la estación de Union Square. Apenas nos vimos hubo buena onda, así es que previo café espresso (el más insignificante y cagón que la visitante haya probado en su vida), tiramos patitas hacia Bleecker con Sullivan, intersección del Greenwich Village donde se encuentra el estudio de grabación que buscábamos. A decir verdad no le pusimos mucho empeño y tras unos 25 minutos de estar parados y prestar oreja, desertamos. Es que tampoco era como para volverse locos. (De todas maneras vimos a un tipo igualito a Angel Parra, pero con unos cuantos años más).

Mil disculpas a los fanáticos de Los Tres por no poderles contar cómo será el disco, pero este post tiene otro propósito.

Estoy conciente de que muchos han gozado de amistades hechas a través de internet. Yo mismo doy fe de ello, sin embargo no deja de sorprender cómo la maraña cibernética a veces se desenmaraña para unir a dos compatriotas en un lugar lejano y que además comparten intereses comunes. Y eso fue lo que pasó con la Pitu.

La chilena ya partió, pero quedamos con el vínculo de haber conversado, tomado y reído en la capital del imperio. Y a final de cuentas eso es lo bonito y lo importante.

Pitu: Gracias por los obsequios y la alegría. Si todo sale como quiero, nos estaremos tomando unas chelas mejores que las de Staten Island en febrero próximo. I'll see you soon.