martes, enero 31, 2006

Me acordé de vivir...


"De tanto correr por la vida sin freno... Me olvidé que la vida se vive un momento... De tanto querer ser en todo el primero... Me olvidé de vivir los detalles pequeños..." Así reza la primera estrofa de esa famosa canción interpretada por mi más reciente gurú: Julito Iglesias.

Por años me vi imposibilitado de apreciar el arte de este grande de la música, en parte debido a que a mi madre nunca le gustó. Ella alucinaba con José Luis Rodríguez y donde cabe un ídolo no caben dos.

La cuestión es que ayer mientras lavaba los platos del último almuerzo viviendo en casa de mi hermano (me mudé a unas dependencias del trabajo), sin querer empezó a sonar "Me olvidé de vivir". Entre detergente y platos; entre esponja y espuma tuve la revelación: Julito alguna vez también supo de eso, tal como yo lo sentí tiempo atrás. Mientras la vida se le presentaba hermosa y prometedora, al hombre de las 3 mil mujeres se le olvidó vivir. (N.del R. Según datos estadísticos entregados por Iglesias, él tuvo romances con más de 3 mil féminas. Puede ser grupo, pero yo le creo).

Cuando recién llegué a este país, todo era energía y positivismo. Luego las nebulosas se hicieron cada vez más espesas y vino el bajón. Mi brother me repetía que las oportunidades se presentarían más temprano que tarde, pero yo dudé. Dudé tanto que no podía ver más allá de la noche que caería sin remedio. Tal como Julio, yo también me olvidé de vivir. Y eso que el panorama no era tan desolador.

Ahora me acordé de vivir. Con altos y bajos, me acordé de que la vida es un juego. Ganando, perdiendo, enfermos, felices, como sea. Nuevamente logro abstraerme de esas limitaciones que nos entrampan, de las ambiciones, de las expectativas, del maldito futuro, todo aquello que muchas veces ni siquiera tiene que ver con quienes somos.

"De tanto cantarle al amor y la vida... Me quede sin amor una noche de un día... De tanto jugar con quien yo más quería... Perdí sin querer lo mejor que tenía". Julio no pudo cantarlo mejor porque es algo que pasa todos los días. Quien haya terminado con esa polola que en el fondo era perfecta lo sabe. Algo como lo que me escribió Patricio el otro día: "UNO SIEMPRE ANDA BUSCÁNDOLE EL HEROÍSMO A LA VIDA", la quinta pata al gato (y ojo que yo sé de gatos).

¿Por qué nos empeñamos en la tragedia? Mi padre me comentó alguna vez que en sus años ese sentimiento no era tan popular. ¿Será algo de los nuevos tiempos?

Prometo que mañana también me acordaré de vivir. Comeré pasas si es necesario. Miraré por mi ventana nueva y daré gracias por la buena fortuna. También prometo que en las disquerías buscaré los grandes éxitos de Julio Iglesias, quien a estas alturas ya vendría siendo una verdadera catedral de la música en español.

Vale Julito.

P.D. Con toda la buena onda dedico este texto a mi ex compañera y amiga Anita Zúñiga, quien cada vez que puede se encarga de promocionar este espacio entre su gente. Fuerza Anita, ya pronto pasará. Aunque quede el dolor.

lunes, enero 23, 2006

Estoy flojo.


Estoy flojo. Estoy flojo. Estoy muy flojo. Todos los días miro el blog y todas esas maravillosas ideas que tengo se esfuman al instante.

Siempre están pasando cosas, pero me cuesta traducirlas.

En verdad no estoy flojo: estoy flojo para escribir, que no es lo mismo. Lo que sí me da flojera es actualizar los enlaces y agregar a varios amigos bloguers.

Pero sigo por aquí. Y eso es lo bonito y lo importante.

Me pego una estirada, un bostezo y vuelvo.

miércoles, enero 11, 2006

No hay salud

Como Roberto del Carmen Hernández (47), fue identificado un sujeto que falleció intoxicado, tras beber un total de 47 litros de alcohol durante los últimos días en la ciudad de Copiapó.

Hernández, fue encontrado sin vida tapado con una frazada recostado en el piso de su vivienda, ubicada en Santa Anita en el sector Viel de la ciudad.

Por su parte, las primeras diligencias establecieron que el hombre no presentaba evidencias que comprometieran la participación de terceros en su deceso.

Algunos conocidos del occiso, señalaron que Hernández padecía serios problemas de alcoholismo, además de una avanzada enfermedad a la próstata, informó El Chañarcillo.

Noticia publicada el 11 de enero de 2006 en el diario La Tercera.