El circo romano de Jerry Springer: El verdadero reality shock

Si alguien piensa que el show de Laura Bozzo (la polémica presentadora de la TV peruana) es sensacionalista, violento, de mal gusto, pero adictivo a fin de cuentas, entonces hay que conocer a la madre del cordero (cordera, en este caso). Y es que a los gringos no se les va ni una y menos cuando de televisión se trata.

Con una contundente carrera política por el ala demócrata, Jerry Springer es hoy por hoy -y desde hace tiempo- uno de los rostros más reconocibles en Estados Unidos dentro del género "talk show". Claro que lo suyo no es precisamente un espacio para la conversación, sino uno donde aflora lo más primitivo del ser humano: la agresión física.

The Jerry Springer Show debutó el 30 de septiembre de 1991 como un programa orientado a tratar temas políticos y de actualidad, pero debido al bajo rating se le dio un vuelco analizando tópicos pocas veces antes expuestos en las 525 líneas (llámese también "la caja idiota").

Desconozco como fue el proceso, pero sin duda el éxito del fenómeno creció como una bola de nieve y Springer ya nada pudo hacer. "Si el pueblo quiere circo, pues circo le daremos", reza esa premisa en la que se han basado tantos otros (este es el momento de nombrar a la Jueza Polo de "Caso Cerrado", Geraldo, Cristina, la misma Laura Bozzo y muchos más).

La cosa es que de los temas raros y truculentos, a los golpes hay un solo paso. Sobre todo si el capítulo se denomina "Dejé a mi mujer por un travesti" o "Mi mamá está durmiendo con mi novio", y tomando en cuenta a los protagonistas de tan acarameladas historias de amor.

Yo no soy nadie para criticar o alabar un espacio televisivo, pero si hay algo que decir en favor de Jerry, es que su programa nunca venderá "gato por liebre". O sea, acá la idea es agarrarse del moño y garabatearse, luchar, mostrar pechugas en algún forcejeo y dejarse llevar por la ira demencial. Lo único penca es que para evitar que corra sangre, existen unos gorilas de tres cuerpos que separan a los contendores.

Otro aspecto negativo -si es que queremos hilar fino- es que los "motherfu****" y otros piropos de grueso calibre son cortados con sendos pitidos que hacen despertar al televidente del manjar que se le presenta ante sus ojos. Por suerte la industria siempre le dará en el gusto al consumidor y desde ahora ya se puede ver The Jerry Springer Show sin censura a través del sistema pay per view.

Lo más loco de todo es ver como un tipo que ha sido gobernador de Ohio; candidato a la Cámara de Representantes y alcalde de Cincinnati, conduce un programa donde lo que menos importa es el debate. Y no sólo eso: además actuó en la película The Ringmaster (haciendo de él mismo) e inspiró el musical "Jerry Springer - The Opera".

En síntesis, un programa freak, conducido por un súper freak, transmitido en un país freak que tiene un presidente como... como Bush. Un verdadero mundo de fantasía.

El respectivo link con un sabroso compilado de empujones y charchazos