Carretendo desde acá, pero allá

Había escrito algo rebonito, pero acá hay tormenta eléctrica y se me cayó el sistema. A ver si puedo retomar la idea...

Qué lindo es cuando la gente te apoya. Qué maravilloso es sentir como un simple mensajillo posteado en tu blog calma las penas y alimenta el espíritu. Pueden pensar que es webeo, pero estar lejos de los amigotes, de las gatitas, de los papis, estremece de vez en cuando. Eso todos los saben y es veldá. Empíricamente está comprobado.

Sin embargo, gracias a la tecnología he podido esperimentar otra clase de comunicación, que si bien no supera al "en vivo", igual se agradece. Por una parte, como ya lo mencioné, están los posteos que deja la gente conocida y los nuevos socitos cibernéticos que hacen crecer esta gran alianza (gracias Shesho, Willy y Pablillus).

Lo otro es el MSN, que aparte de permitir el sexo virtual ahora también se está usando para salir de carrete (en rigor uno no va a ninguna parte, pero como la mente es poderosa...). Fue así como la noche del sábado estuve compartiendo con Anita y Paz en Recoleta, y con Tania en Maipú.

Fue loco porque hasta era capaz de visualizar como la Anita iba perdiendo la motricidad fina por culpa de ese 120 Santa Riña (botellón parece). La cuestión es que me reí como insano con los chistes de ella y Paz, y las fotografías que me enviaron de nuestros tiempos de estudiante (próximas a subir previa edición digital).

En otro extremo de la fibra óptica se encontraba Tanita, quien también me hizo reir de buena gana con otras tantas fotos de la despedida en casa de Mandiuca, todo esto matizado con pequeñas dosis de ese humor inteligente que de seguro la llevará al estrellato.

Ya llevo 24 horas rebosante de felicidad auspiciada por internet. Tal vez sea un descubrimiento algo tardío, pero por fin todo me calza como lo dijo Moisés.

Mi hermano siempre que le hablo del blog me dice lo mismo en tono de talla: Bueno, ¿y cuándo vamos a ganar plata con esto? ¿ah? Por mientras yo estoy ganando amigos y eso puede ser una buena inversión a la larga. ¡¡Shame sha!!