miércoles, julio 20, 2005

No podía estar ausente el rock...


Una de las experiencias que más disfruto en la vida es la de asistir a un concierto de música. Estando en los Estados Juntos, no podía dejar pasar la oportunidad para ver a alguno de esos grupos que se demoran o sería extraño ver en Chile.

Paseando por una disquería me encontré con una revista que anunciaba el concierto que Twisted Sister ofrecería el 17 de julio en el Brookhaven Amphitheatre. Claro que no sería cualquier concierto, sino el regreso a Long Island tras 21 años de ausencia. Ese era el gancho publicitario, cosa que a mí francamente me importaba un pepino.

Con mi hermano nos pusimos de acuerdo e hicimos todos los preparativos para pegarnos el pique. Bencina, cigarros, algo de comida y listo. Tras 40 minutos en la carretera y otros 30 buscando el bendito escenario, por fin llegamos al Brookhaven Amphitheatre a eso de las 16.00 horas (doy las gracias a los amigos hispanos que nos señalaron el camino).

Una vez adentro (el recinto era una especie de Quinta Vergara, pero más chiquita) nos dispusimos a observar la fauna metalera que se paseaba por el recinto. Igual en Chile hay locos cuáticos, así es que nada que contar al respecto a excepción de unas cabras chicas llenas de tatuajes y una señora vestida de rosado que no paró de vacilar.

Se me olvidaba decir que el concierto era en verdad una especie de mini festival del rock ochentero, por lo que desfilaron varios exponentes de esos tiempos de pan con palta y Festival de la Una. Lo primero que vimos fue Metal Church, grupo thrash que todavía se mantiene vigente y que después de su presentación salieron a tomarse fotos con el público y a vender números de rifa para sortear dos guitarras. Fue muy gracioso ver a un tipo de 1.90 con una especie de hueso plástico que le colgaba desde el mentón ofreciendo amablemente los boletitos.

Luego fue el turno de Stephen Pearcy, otrora líder de Ratt y del cual sólo identifiqué un tema. Bueno en todo caso.

Después vinieron los desagradables L.A. Guns, banda que formó Tracci, ex guitarrista de Guns n' Roses (otra mierda de grupo) y que se despachó un tedioso set de canciones que preferí pasarlo en los baños.

Antes del plato de fondo se subió al escenario W.A.S.P., otros abuelitos del rock a quienes tuve la ocasión de ver en Santiago antes de venirme. Show cortito, pero contundente. En todo caso la presentación en Chile le pega cien P.L.R. a la que vi acá.

Cabe señalar que el espacio era totalmente al aire libre y subdividido con barandas que fácilmente se podían traspasar. Obviamente que el que paga 25 dólares por una boleto -el más barato- ni se le ocurre infringir las normas y ocupar una ubicación que cuesta 50 dólares. Nadie piensa en eso, excepto unos cuantos vivarachos y nosotros. En primera fila siempre será otra cosa.

Así fue como llegamos al momento cúlmine de la noche. Tras una intro en la que se mencionaban los lugares de la gira, Twisted Sister hizo su entrada en pleno con un Dee Snider (el cantante pelo de muñeca) que cada vez que pudo hizo gala de su buen humor. A esas alturas mi hermano y amigo no había tenido la oportunidad de vacilar los decibeles igual que yo (él es más Coldplay, U2, Pink Floyd), situación que cambió radicalmente cuando el cuarteto se despachó himnos como "We're not gonna take it" (popularizada en Chile bajo el coro "Huevos con aceite") y "I wanna rock". También fue un deleite escuchar "Burn in Hell" o "Still hungry".

Tras una hora y algo de show, los vejetes del heavy metal volvieron a empuñar sus bastones y se despidieron hasta una próxima, no sin antes recibir un reconocimiento del Hall of Fame de Long Island por su aporte a la comunidad. Como para llorar.



Con Mauro salimos felices y contentos, por lo que pasamos a celebrar a un restorán con una rica comidita que a esa hora -12.30 AM- merecíamos.

Esa noche dormí con un pito en el oído, pero no me importó. Claro que no fue el mismo pito del que tantas veces he hablado, sino otro. Así y todo dormí como un bebé, una guagua rock.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Qué tal pues, Don Gato. No podía dejar mi saludito en otro post que no fuera éste, después de todo el 'rock pesado' (jajaja) fué lo que hizo que naciera ésta amistad que espero la distancia no haga cambiar. Quién sabe si por ahí me doy una vuelta al Warped Tour y lo paso a visitar, o nos juntamos en Alemania para el Wacken...muchos sueños parece (y poca plata). Bueno, mucha suerte y espero un reporte del Gigantour, por lo menos a la distancia...algo es algo.

12:32 a. m.  

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